—¡Y tú para de leerme la mente, maleducado! —ya estaba
cansada de esos hombrecillos y su manía telepática.
—Humana no se ofenda, es nuestra idiosincrasia. Siento que en su planeta hayan perdido ese poder —me replica sonriente.
—Pues sabes que te digo, ¡que menos mal! ¡Aquí no hay manera de mentir a gusto!
—Humana no se ofenda, es nuestra idiosincrasia. Siento que en su planeta hayan perdido ese poder —me replica sonriente.
—Pues sabes que te digo, ¡que menos mal! ¡Aquí no hay manera de mentir a gusto!
No hay comentarios:
Publicar un comentario