Mujer y educación? Hombre y educación? Qué diferencia hay?
Por qué la hay? O quizá nos imponen desde pequeñitos/pequeñitas esa diferencia.
“No llores, pareces una niña” Sé fuerte, sé un hombre. ¿Quién no ha oído alguna
vez estas frases alguna vez? Y no hace mucho tiempo y ni siquiera en círculos
de personas que nos consideramos bien “educadas”. Y mi pregunta en definitiva
es esa ¿Qué significa ser educado o estar bien educado, independientemente de
ser hombre o mujer? Respuesta difícil de encontrar, cada persona te dará sus
explicaciones y razonamientos, pero en estos tiempos que corren la teoría es
fácil de nombrar, pero difícil de llevar a la práctica.
Soy madre y como madre de una niña y de un niño, me gustaría
poder decir que les estoy educando bien, pero la respuesta no la encontraré
hasta que el paso de los años me dé o me quite la razón. Pero esto no va a
ocurrir porque una vecina o amiga o un familiar me diga que niños tan bien
educados tienes o todo lo contrario, esto ocurrirá cuando los actos de mis
hijos una vez adultos se correspondan con lo que ellos piensan y ellos sienten,
cuando sean verdaderamente fieles a ellos mismo y consecuentemente fieles con
las personas que les rodean, en definitiva cuando tengan una vida plena y eso
irradie en todo lo que hacen.
Pero sin desviarme más del tema que nos ocupa, mujer y
educación, también me gustaría apuntar que la forma en que eduquemos a nuestras
futuras mujeres será decisiva para lograr una sociedad más igualitaria y por lo
tanto justa en un futuro, espero que no muy lejano. Es verdad, que en España
hemos conseguido grandes avances desde el fin de la dictadura hasta llegar a
nuestros tiempos, véase las leyes que promueven la igualdad tanto desde el
punto de vista de las instituciones como de la empresa, véase nuestro propio
Ministerio de Igualdad, véase las muy necesarias leyes y mecanismos de defensa
de las víctimas de violencia de género. Todo aquello que se veía normal hace
unos años como es que la violencia quedara como asunto doméstico, como es que
un hombre cobrará más a final de mes por el mismo trabajo desempeñado, como es
que una mujer estuviera en el consejo de administración de una empresa o como
puede ser que una mujer estuviera al mando, ni más ni menos, que del Ministerio
de Defensa; todo aquello, a pesar de unas pocas personas, es lo que de verdad
nos va a abrir camino para que nuestras futuras mujeres, de verdad, sean unas
“mujeres bien educadas”. Ya que verdaderamente van a tener la posibilidad de demostrar,
no sólo que son igual de válidas que los hombres, sino que además son un
valioso valor añadido en todas las facetas de la vida: sea vida familiar,
laboral, política, cultural, artística,… Ya que según la teoría del Ying-Yang
todo es necesario, todo somos uno, el Ying complementa al Yang y el Yang al
Ying, uno necesita del otro y al mismo tiempo cada uno tiene dentro de sí una
parte del otro.
Nadie tiene una respuesta absoluta a las preguntas que nos
hacíamos al principio, pero de la mano de todos esta poner nuestro granito de
arena, para educar a nuestros hijos y a nuestras hijas en la igualdad, en la honestidad y en la
solidaridad, y de esta forma iremos forjando una sociedad de futuro en la que
los valores se demuestren con las buenas acciones de sus personas no con las
palabras, con los adjetivos muchas veces vacios de significado.
Mujeres abogados o abogadas, médicas, ingenieras, físicas,
maestras, soldadoras… porque aunque lo importante no es cómo se escriba lo realmente
importante es que las haya y para ello, tanto desde la educación que empieza
por los padres y continúa en los distintos centros de estudio, se debe hacer un
esfuerzo por educar en valores, porque la EDUCACIÓN es en sí misma un valor,
llamémosle UN VALOR DE FUTURO,
especialmente sensible en nosotras, LAS MUJERES.
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