SONRISAS Y LÁGRIMAS
Sus labios perfilados se contraen para dejar escapar un silbido corto, mientras Luisa, extenuada, observa aquella montaña de calcetines. La misma rutina en cada colada: se sienta en soledad, vacía la canastilla, sonríe y comienza el musical: «Do, el rojo de mamá; Re, de rombos de papá; Mi, de listas del bebé; Fa, de fresco verde es; Sol, del amarillo son; La, canción yo cantaré; Si, sí sí lo encontraré; y de nuevo viene el Do… Do, dónde estará mi par...»
De pronto su sonrisa se humedece; aparece el calcetín maldito, aquel cuya pareja hace un mes el veterinario consiguió extirpar del cuerpo ya inerte de Frisky, su fiel mascota.
Virginia Romera
(11/11/12)
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