7 de la tarde, en contraste con el rosa de los magnolios en flor que me encuentro en los arcenes de la carretera, veo un gris en el cielo que anuncia lluvias. Me quedo embelesada viendo el contraste de colores, en un mismo cielo conviven al 50% el azul ya anaranjado por el transcurso del día y el gris ya plateado, preparado para comenzar a escupir rayos.
Minutos más tarde empieza a llover, no una lluvia cualquiera, una lluvia con personalidad, una lluvia que decía “aquí estoy yo, ¿me esperabais no? Pues POR FIN LLUEVE”.
Pero la lluvia no viene sola, trae compañeros de viaje, truenos y relámpagos, los unos nos asuntan con su atronador ruido, los otros nos maravillan con sus rayos de luz. Caen gruesas y abundantes gotas de lluvia, gotas que se estrellan contra el seco suelo, gotas que resbalan en las hojas de los verdes árboles, gotas que arrastran y limpian, gotas que me mojan la cara y el cabello, !que maravillosa lluvia!
Parece que nos quiera preguntar algo ¿creísteis que podríais echarme tanto de menos? Y mi respuesta sería: No, pero es verdad que a veces no te valoramos lo suficiente, al igual que otras cosas que hasta que carecemos de ellas, véase lluvia, salud, amistad, amor, silencio,… incluso trabajo, no nos damos cuenta de su importancia en nuestras vidas.
Bienvenida lluvia y gracias por ofrecernos tus preciadas gotas!
Que fotos máis chulas e bonitas palabras que as acompañan. Dixéronme que onte houbo un ceo impresionante en Sada, un ceo vermello de tormenta e relámpagos inmensos. Foi unha mágoa non enterarme. Bico!
ResponderEliminarGraciñas de corazón polo teu comentario tan positivo.
ResponderEliminarSi que foi unha pena que non poideras disfrutar desta tormenta. Outra vez será e daquela nos envias ti unha foto desas tan chulas que fas.
En canto poda me paso pola aula e che fago unhas consultiñas que me andan rodando na cabeza para mellorar o blog.
Biquiños!